El secretario general de la UOM V.C. dijo que es "el peor año de producción de la historia"

De acuerdo a lo dialogado con González, el panorama es preocupante, ya que las operaciones de los trenes laminadores, que inicialmente seguían en funcionamiento, se detuvieron el 14 de diciembre, adelantando una parada prevista para el 23. Solo se mantiene personal de mantenimiento en las áreas inactivas. El gremialista dijo que la empresa no estaría respetando las guardias mínimas “imprescindibles durante las fiestas, lo que nos obliga a presentar una denuncia en el Ministerio de Trabajo".

Según expresó el mismo González, a esto se le suma una producción en mínimos históricos. La producción anual cayó a niveles alarmantes, "veníamos fabricando 1.200.000 toneladas y este año no llegamos a 600.000. No hay obra pública y la construcción privada no alcanza para sostener el nivel necesario de producción", explicó González.

El secretario también advirtió sobre una amenaza mayor: "Todavía no vimos lo peor. Si en 2025 empieza a entrar acero brasileño y chino, la situación será gravísima. Podríamos llegar a un punto en el que sea inviable sostener el empleo".

Conflictos gremiales y paritarias estancadas

En paralelo a esta situación crítica, las negociaciones salariales a nivel nacional no avanzan. "Hoy tuvimos una nueva audiencia paritaria, pero no hubo ningún ofrecimiento. Con la planta parada, se complica organizar medidas de fuerza prolongadas", comentó González.

Además, trabajadores de la cooperativa Cooperar, encargada del despacho de camiones y cargas de exportación, enfrentan una situación delicada. "Están siendo discriminados. No les pagan las suspensiones ni adicionales acordados en negociaciones previas, por eso, estamos llevando adelante una asamblea para evaluar medidas", explicó el dirigente.

De lo dialogado con González se desprende que el futuro de Acindar depende de decisiones políticas urgentes: “Nosotros queremos abrir de alguna forma un paréntesis para esta situación, es muy grave, creo que todo el mundo no se ha percatado sobre esta situación, de lo que puede venir. Más allá de la coyuntura, lo que puede venir a mediano y largo plazo, y hay que preocuparse y tratar de que tanto el gobierno provincial como el gobierno nacional entiendan que tiene que cambiar el rumbo, porque si no, nos vamos a quedar sin industria, y va a ser muy difícil restablecer el entramado industrial”.

La situación en la planta de Villa Constitución evidencia una problemática que podría tener graves consecuencias económicas y sociales no solamente para Villa Constitución, sino también para muchas ciudades de toda la región sur de nuestra provincia.