Si tenés un pequeño espacio en tu jardín, podés construir una compostera simple para arrojar las cáscaras de frutas y verduras, la yerba usada y las hojas y el pasto que recogés en el patio. En pocos días vas a notar cómo se reduce la cantidad de residuos que sacas a la calle y verás cómo se llena de lombrices coloradas el fondo de tu nuevo vertedero.
Las composteras se pueden construir con alambre de gallinero o mallas metálicas. También con canastos viejos o cajones de madera. Incluso pueden hacerse con ramas de la poda, que se irán descomponiendo junto con la basura. Lo importante es que los recipientes no tengan un fondo, sino que los residuos estén en contacto con el suelo para que las lombrices puedan subir e instalarse en el nuevo hábitat. Si en la casa no hay niños ni mascotas, se puede cavar un pozo de 30 centímetros de profundidad, por 30 cm de diámetro y arrojar los desechos vegetales directamente allí.
La creación de un nuevo espacio para los residuos vegetales, implica cambios de hábitos en la cocina donde se realizará la separación en origen. Las cáscaras de verduras, frutas y huevos, ya no se arrojan a la bolsa de basura, sino que se llevan a la compostera, al igual que la yerba y el café usados y los residuos vegetales que se levantan del jardín. El recipiente se irá llenando a tope y luego descenderá con las lluvias y la propia descomposición.
En los días de mucho calor, es probable que, si hay muchas cáscaras de frutas o verduras, nuestra en compostera aparezcan moscas y hormigas. Para evitar esa situación, basta con tapar la superficie con tierra, arena, pasto de la poda u hojas secas, y el problema se acaba ahí.
Cuando la compostera se llene y ya no baje más, se hace un pozo al lado del recipiente y se vacía dentro de él todo lo que se juntó, para volver a comenzar el ciclo de acopio nuevamente. La basura del pozo se tapa con tierra y a lo largo de una semana, el montículo habrá bajado lo suficiente como para ponerse al ras del suelo. En dos o tres semanas más, toda esa materia orgánica se seguirá descomponiendo hasta convertirse en tierra negra de excelente calidad, ideal para usar en la huerta o en las macetas.
Para que la compostera sea higiénica y no produzca olor, no se deben arrojar en ella residuos de origen animal.
El llenado de la compostera depende de su tamaño y de la cantidad de residuos que se tiren cada día, pero en un hogar promedio donde viven cuatro personas, una compostera de un metro de alto puede permanecer activa sin ser vaciada durante dos o tres meses.