por Cora Verón
Allá por el año 2020 y como consecuencia de la pandemia que azotó al mundo entero, nació un nuevo merendero que brindó, en un principio, mate cocido y tortas fritas a los habitantes del Barrio Virgen de Luján. En ese entonces, la actividad la comenzaron 7 primas, las Moreno, que ante la necesidad de muchas familias decidieron hacer algo para ayudar.
Con el correr del tiempo y los llamados solidarios, se les sumó Deolinda Ferreyra, quien se acercó a donar mercadería y ya no se fue más. A partir de allí comenzaron a ser el grupo de las primas Moreno y Deo.
No sorprende que un grupo de mujeres solas se pongan al hombro tareas titánicas y, si hablamos de mitigar situaciones extremas, el sentimiento solidario, el coraje y la tenacidad son características del género al que durante siglos se lo tildó de ser el “sexo débil”, a pesar de esto y a través de los años, mujeres que son ejemplo de muchas otras hicieron y hacen frente a situaciones por demás extremas y/o peligrosas, demostrando que de débiles no tienen nada.
Merienda y cena
Trabajaron un año juntas asistiendo a numerosas familias del sector, al terminar el período de confinamiento, cada hermana debió volver a su respectivo trabajo por lo que Deolinda decidió pedirles permiso para continuar con la tarea. Para esa altura de las cosas, el mate cocido y las tortas fritas pasaron a ser chocolatada y masitas dulces, torta o facturas, gracias las donaciones que iban recibiendo.
Según recuerda Deolinda, “un día se acerca un niño y nos dice que no había comido y ahí surgió de hacer una comida por semana; hasta hace poco éramos tres matrimonios y ahora hace de enero del año pasado que vamos solos con mi marido, si bien tengo el apoyo de otros dos matrimonios, a cocinar voy sola y por ahí me acompaña una amiga, la otra vez vino Giselle Coletta que vino de paseo a Arroyo y nos vino a ayudar, después siempre alguien va a dar una mano”.
El merendero funciona en el local que se abrió en el barrio durante la gestión de gobierno de Darío Gres que funcionó como una especie de centro cultural, en calle Independencia al 1800.
Desde la soledad de su tarea, Deo aclara: “Nosotros no pertenecemos a ninguna religión, ni política, lo hacemos muy muy a pulmón y hoy en día les puedo asegurar que nos cuesta muchísimo”. El espacio está abierto solo dos veces por semana, los miércoles a las 16:30 horas aproximadamente va a cocinar la cena que brindan a las 20, “generalmente hacemos guiso y a veces arroz amarillo, creo que una sola vez pudimos hacer albóndigas con arroz pero al ser tanta cantidad es difícil”.
Una cena una vez por semana, una merienda una vez por semana… Para las 75 familias en esa situación no es mucho, pero para Deolinda y su familia es bastante complejo, no solo porque lo hacen prácticamente todo solos, sino también por el contexto inflacionario que estamos viviendo todos; habitual y lamentablemente, a quienes más afectan las medidas tomadas muy lo lejos de estas realidades por funcionarios cuyos sueldos superan las tres cifras, es a comedores o lugares similares al merendero.
Hace una semana se sumaron 5 familias más, y que además son grupos familiares numerosos, “al hacer tanta cantidad no es que tenemos una variedad de menú, es el guiso de los miércoles, algunas veces polenta y los viernes la chocolatada”, explica.
Cada jornada comienza temprano, pero “siempre espero hasta las 12 a ver si algún alma bondadosa nos da una mano con algo, siempre pongo en mis estados (de WhatsApp) lo que nos falta, hoy en día nos cuesta hasta la verdura, en otros años era barata pero ahora está todo caro –explica-”.
“A mí me gusta mucho lo que hago y arrastro a toda mi familia” que incluye a su marido Ariel, sus 4 hijos y dos nueras, “todos me ayudan, hasta mis nietas con algo de ropa, y cuando hay un evento, porque festejamos el Día del Niño, Reyes, Papá Noel, y este año no tuvimos mucho éxito con la donación de chocolate así que el miércoles (10 de abril) vamos a sortear unos huevitos de Pascua que pude hacer con dos kilos de chocolate que pude comprar, y es lo que podemos; no sé si es algo que está bien o mal, muchos me preguntan por qué lo hago, yo me siento bien haciéndolo, si bien nos cuesta, hasta el día que pueda lo hago”. Vanesa y Javier, Celia y César también ayudan con lo que pueden, “si alguien hace una donación y no la podemos ir a buscar, ellos están con nosotros, si bien no pueden ir el día de la comida seguimos trabajando en conjunto”.
El Estado grita “¡ausente!”
A la hora de hablar sobre la ayuda que reciben o recibieron de cualquier gobierno, la respuesta sorprende ya que es casi nula. Deolinda aclaró desde el principio de la entrevista que no pertenece a ninguna agrupación política ni religiosa aunque reconoció que al asumir Daniel Tonelli recibieron un cheque de 130 mil pesos que fue el resultado de un evento realizado por el municipio junto a la Agrupación Locura Compartida, “con eso compramos el pollo, puré de tomate y los calditos; después nadie nos da subsidio, mercadería, nada”.
Algunas instituciones como las organizaciones de hinchas de clubes como Boca y River, y los mismos clubes locales suelen colaborar con alguna campaña de donaciones, pero lo cierto es que al ser pocas personas dedicándose a esta tarea, solo les queda tiempo para conseguir lo necesario para esas dos comidas semanales, sin poder disponer de tiempo para gestionar cualquier otro tipo de ayuda que sume a sus esfuerzos semanales. “Arroz todavía no hemos comprado porque Lucila Ansaldi y Claudio Patiño siempre nos donan y todavía tenemos, así que este miércoles 10 le vamos a seguir haciendo arroz porque los fideos que poníamos no nos alcanzan porque se sumaron cinco familias más”.
Para finalizar, Deolinda dice: “Siempre está alguien que nos ayuda de una u otra manera, y todo aquel que quiera ayudar es muy bienvenido y los invitamos a que vengan a conocer nuestro lugar, con lo que sea, dinero, tiempo o mercadería, las tres cosas nos sirven”.
¡Se aceptan donaciones!
La donaciones se pueden acercar a Jonás Salk 881 familia Crespín y a calle San Nicolás 388 bis familia López.
La mercadería que necesitan para poder brindar el guiso de los miércoles y la merienda de los viernes es:
*No perecederos: Fideos para guiso, puré de tomate, caldito de verduras, sal gruesa y pimentón
*Perecederos: Pollo/Carne picada, zanahoria, cebolla, morrón y calabaza