por Melisa Giancrisostomo
La Municipalidad remitió al Concejo el llamado a licitación pública para la adquisición de resmas de papel por un monto calculado en 12.500.000 pesos por el término de 12 meses y con la posibilidad de renovación automática por 1 año más.
Según un informe del área de Archivos, se utilizan 1.000 resmas tamaño oficio y 500 A4 durante un año, que lo ubica dentro de los insumos de mayor erogación para el estado municipal detrás de la provisión de combustibles y productos de almacén y limpieza.
La secretaria de Hacienda, Vanina Brancatto, justificó el gasto en la obsolescencia del sistema de la administración pública que basa todas sus actuaciones en papel: “es un estado viejo, que utiliza una cantidad impresionante de papel para trámites internos. Entendemos que la mejor manera de transparentar el gasto es a través de la licitación que no continuar con pequeñas o grandes compras que cuando las sumas, el gasto es mayor”.
Si bien el papel fue, en su momento y pese a sus deficiencias, el medio más seguro que se ha utilizado durante siglos para el registro de la información, el advenimiento de las nuevas tecnologías puso de manifiesto sus grandes desventajas.
La funcionaria explicó que para un simple trámite de pago a proveedores, la administración necesita armar un legajo donde se utilizan cerca de 50 hojas impresas: “esto va a seguir sucediendo en tanto y en cuanto el estado no se modernice. Tenemos que avanzar hacia ese camino. Los municipios en su mayoría ya se han tecnificado en sus sistemas informáticos. Acá todavía seguimos imprimiendo el recibo de sueldo en papel cuando podría estar digitalizado”.
Esto implica una serie de inconvenientes ambientales, de mantenimiento, costos económicos, agotamiento del espacio físico para su almacenamiento, exposición al deterioro y falta de transparencia hacia la ciudadanía.
La solución al problema del papel usado está vinculada a la capacidad de digitalizar archivos de manera efectiva y avanzar hacia la generación de documentos de manera electrónica, evitando el uso excesivo de este insumo y aportando una mayor capacidad de organización y control sobre las actuaciones administrativas.
En este sentido, Vanina Brancatto adelantó que la actual administración comenzó a transitar este camino: “estamos evaluando distintas alternativas con sistemas a desarrollar o ya desarrollados, qué tiempo nos llevaría, cuál sería el más favorable para el municipio y después tomaremos una decisión. Porque tampoco podemos implementar cambios rápidos por querer agilizar y equivocarnos. Hay que ser cuidadoso. Hay muchas cosas a tener en cuenta que son importantes porque no es lo mismo el sistema de cobro de impuestos que el que utiliza el área de compras que debe contener toda la legislación vigente. Parece fácil pero no lo es” comentó.