El plebiscito llamado por la conducción nacional de la UOM en todas las plantas metalúrgicas y siderúrgicas del país para resolver por sí o no sobre la oferta empresarial en la paritaria (15% de aumento para el periodo diciembre 2023 – abril 2024) mostró un amplio rechazo de los trabajadores.
El "NO" se impuso en forma contundente por 5.493 (58,76%) a 3.821 (40,88%), con especial incidencia en las plantas más importantes, sea por número de trabajadores o por importancia tecnológica.
Así sucedió por ejemplo en Acindar Villa Constitución (633 votos en contra del acuerdo, 88% de los votantes); Laminados Industriales Villa Constitución (59 votos en contra, 98,33% de votos); Tenaris Villa Constitución (39 votos en contra, 82,85%); y Siderca Campana (1.733 votos en contra, 73% de los votantes).
De las fábricas con mayor número de obreros, solo en una el "Sí" obtuvo una victoria: en Ternium-Siderar de San Nicolás, 2.476 trabajadores aprobaron la oferta (55%) contra 1.965 que la rechazaron (44%).
La negociación paritaria viene estancada desde hace varios meses. La última oferta de la Cámara Argentina del Acero, comandada por Rocca y el Grupo Techint es de 273,1% mientras que los datos arrojados de la inflación acumulada es de 287,5%. Esto deja el salario metalúrgico 14,5% por debajo de la inflación. Si a esto le sumamos la pérdida del poder adquisitivo que viene teniendo el salario metalúrgico a lo largo de los últimos años, la ecuación da que un trabajador metalúrgico está muy por debajo de la línea de la pobreza.
Por ello, la Conducción Nacional de la UOM, liderada por Abel Furlán y Naldo Brunelli, propuso un plebiscito para que las bases decidan entre aceptar una oferta patronal que implica una pérdida salarial significativa o rechazarla.
Ahora, la UOM y empresarios tienen agendada para el miércoles 22 de mayo a las 12:00, una audiencia en la que la dirigencia sindical deberá hacer valer la decisión de los afiliados, claramente contraraia a las pretensiones de los empresarios.
Desde diciembre pasado, las partes viene protagonizando una dura pulseada para aumentar los salarios de la Rama 21 y en cinco meses, la disputa involucró sies paros y tres marchas multitudinarias a las principales plantas metalúrgicas del país.