07/09/2024 - Edición Nº190


Arroyo Seco

MOSAIQUISMO Y GENEROSIDAD

Así se construyó el mural con el emblema del Jardín El Nogal

24/07/2024 16:33 | En el año de sus Bodas de Oro, la institución educativa cumplió el viejo anhelo de plasmar su emblema en un espacio construido con ese fin. Ello, gracias a una artista que aceptó la propuesta y dedicó su tiempo libre a esta tarea.


por Emilse Cecchi


Mabel García Scaglia es Licenciada en Administración de Empresas y tiene un hobby que le insume buena parte de su tiempo libre, el mosaiquismo. Hace pocos días, esa habilidad le brindó una de las satisfacciones más grandes de su vida entregando una obra de arte a una institución de la ciudad y dejando un legado para sus nietos.

Precisamente, sus nietas fueron los que la acercaron al Jardín El Nogal, donde conociendo su afición por el diseño con venecitas y azulejos, la invitaron a materializar un deseo de muchos años que era nada menos que la realización del emblema de la escuela en sus colores originales, en el patio del establecimiento.

Sin dudarlo, Mabel aceptó el desafío y puso todo su talento y su compromiso al servicio de la obra de arte durante sus ratos libres y la cooperadora puso a disposición todos los materiales necesarios para ello. Y hace pocas semanas, cuando el jardín celebró sus 50 años, la obra fue entregada  e inaugurada

En una cálida entrevista con Más Noticias, Mabel contó que empezó con el mosaiquismo en 2017. “Es una técnica muy bonita porque es como ir armando un rompecabezas y siempre te lleva a querer hacer algo más. La propuesta me llegó del Jardín y me encantó y si bien llevó tiempo, le puse todo mi amor. Fue una gran responsabilidad porque no es como hacer un diseño propio o un dibujo. Se trataba del emblema de la escuela y tenía terror de que me quedara mal. Pegué y saqué muchas veces porque no me gustaba como quedaba, pero quedó muy bien”, confesó.

En su obra, Mabel no escatimó tiempo en los detalles. De cerca, se pueden apreciar pequeños elementos de la obra como los bolsillitos de los guardapolvos, los ojitos y las narices hechos en mosaico y cortados a medida. “Cada pieza se corta y se lija para que quede bien. Es un trabajo de mucha paciencia”, agrega.

El logo tiene 1,8 metros de diámetro y está formado por 8 partes armadas individualmente y luego montadas entre sí. Durante 4 meses las partes permanecieron armadas en la casa, porque tenía todas las piezas construidas sobre tablones que no se podían mover. Comenzó dedicándole 3 o 4 horas cuando tenía tiempo libre y por un tema de salud, la obra se atrasó más de lo planeado por lo que se puso como objetivo de entrega, el cumpleaños de la institución.

“Los últimos 15 días me estuvo ayudando Silvia Ramachotti, para poder terminarlo para el aniversario. Da la casualidad que ella es hermana de la que en su momento ganó el concurso por el logo. Esos días fueron muy intensos y le dedicábamos entre 11 y 13 horas diarias para poder terminarlo”.

En cuanto a la motivación que la llevó a comprometerse con esta tarea, Mabel sostiene que “lo hice por mis nietos, pensando que va a quedar algo que ellos con el tiempo van a decir: esto lo hizo mi abuela”.

“Dio trabajo, pero valió la pena. Si uno compara el logo original con el mosaico, están muy parecidos, al menos es lo que me dicen las maestras”, bromea.

Sobre la técnica del mosaiquismo que hoy en día tiene muchos aficionados, Mabel cuenta que la aprendió junto a la profesora Patricia Ruberto.  “Ella también da clases en el Centro Cultural. Asique aparte de hacer el taller con ella, también voy al Centro Cultural una vez por semana. Es un arte en el que nunca se deja de aprender. Siempre aparecen herramientas y materiales nuevos, es muy lindo”.

Ahora que tiene más tiempo libre, está haciendo un cuadro y ya lleva hechos 600 petalitos para armar un zócalo en el frente de su casa.

“Fue una gran satisfacción personal haber hecho bien el mosaico  que me encargaron y que a la gente le guste. También es una satisfacción haber cumplido con las expectativas de las personas que depositaron toda su confianza en mí sin saber cómo yo trabajaba. Estoy muy agradecida con la Directora y la Cooperadora, porque si ellos no me lo hubiesen ofrecido, nunca nadie hubiera visto lo que yo hago”.