El Gobierno confirmó este martes que extenderá la fecha para anotarse en el RASE y mantener los subsidios a la luz y el gas. El anuncio lo hizo el vocero presidencial Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada.
De acuerdo a lo que dijo Adorni, se extiende hasta el 4 de septiembre la inscripción al RASE. De este modo, se prorroga un mes la fecha límite para acceder y/o mantener los beneficios en el precio de los servicios de energía residenciales.
La Secretaría de Energía busca "depurar" el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) con un minucioso cruce de datos, en línea con el objetivo oficial de reducir lo más que se pueda el gasto del Estado, por lo que casi dos millones de usuarios residenciales deberán reinscribirse en el padrón.
La Resolución 90/2024 de Energía establece que cerca de 1.7000.000 usuarios que fueron incorporados automáticamente al RASE como hogares de bajos ingresos (N2), deberán reingresar al sistema de forma individual antes del 5 de agosto próximo.
Los hogares se encuentran divididos en tres categorías en base a los niveles de ingresos que perciben según la segmentación de subsidios vigente desde 2022:
Altos ingresos (N1)
Ingresos bajos (N2)
Ingresos Medios (N3)
Los últimos datos oficiales arrojan que los N1 son 5,3 millones, los N2 son 8 millones y los N3 son 2,7 millones.
Quienes no cumplan con el trámite serán catalogados como N1 y, por tanto, perderán el subsidio a la electricidad.
En el caso del gas, el ente regulador (Enargas), cuenta con mayor información porque la subvención se otorga a nivel nacional, por lo que el Gobierno cuenta con más herramientas para "depurarlo".
Las familias que viven en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) necesitan más de $140.000 en julio para pagar las tarifas de servicios públicos, según reveló un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet. Sin embargo, se espera que el mayor impacto económico por la quita de subsidios, la suba del precio y el aumento del consumo de la luz y el gas se sienta en agosto y septiembre.
El análisis de la UBA-Conicet calculó que un hogar promedio del AMBA necesita de $142.645 para cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable durante el séptimo mes del año, lo que implica que el costo de la canasta total de servicios públicos se incrementó 374% frente a diciembre de 2023, cuando llegaba a los $30.100.
El incremento en lo que va del año se explica a partir de las actualizaciones de tarifas de transporte (enero y febrero), energía eléctrica (febrero y junio), agua y gas natural (abril y junio).
Asimismo, los consumos de gas natural y energía eléctrica están ajustados por la estacionalidad de la demanda: a menos temperaturas, más nivel de consumo. O sea, se pagan más caras las boletas de la energía por la suba del precio y por el incremento del consumo.