Testigos de Jehová participan en Arroyo Seco de uno de los encuentros más importantes del año

Para ellos, representa una de las fechas más esperadas del año, porque es un momento de fiesta y de reencuentro, como lo definen ellos mismos. Y para Arroyo Seco estas asambleas multitudinarias generan un importante intercambio social y comercial, que ya ha creado vínculos duraderos de confianza y convivencia.

En estos días particulares, el impacto en la ciudad es perceptible. Cientos de personas bien vestidas, sonrientes y amables circulan por las calles de la ciudad, transmitiendo respeto y agradecimiento, aceptando las miradas curiosas de quienes desconocen lo que sucede detrás de las rejas del imponente salón que los alberga en el ingreso a la ciudad.

Hace más de 20 años, los Testigos de Jehová adquirieron una excelente propiedad donde otrora había funcionado una de las envasadoras de azúcar más importante de la región.

A lo largo de los años, el salón fue creciendo, se construyó un hall de entrada y se mejoraron las instalaciones en todo sentido para convertirlo en lo que es hoy: un lugar moderno, inclusivo y ordenado que se construyó y se sostiene con el trabajo voluntario de toda la congregación.

El salón con capacidad para 2200 personas, cuenta con equipamiento moderno, inclusivo y pensado para todas las necesidades familiares, tanto para contener a los niños, como para mantener la higiene y el orden general. Los baños están distribuidos en diferentes lugares y hay un lactario, una sala de emergencias y un gran parque donde se disfruta el tiempo libre en contacto con la naturaleza.

Las asambleas

Las asambleas regionales que se realizan en Arroyo Seco son 10 en total, una por fin de semana y duran tres días: viernes, sábado y domingo. Los organizadores calculan que, durante los 30 días de asambleas anuales, el salón acoge a más de 20.000 personas.

Con bastante tiempo de anticipación, se organizan las fechas de las asambleas para darle tiempo a las familias para planificar y organizar sus gastos para poder asistir.

“Ahora estamos realizando la 8va serie de estos encuentros. Vienen personas desde más allá de Sunchales y los grupos se organizan de modo que tal, que siempre puedan compartir con otras congregaciones, para poder generar el reencuentro de las familias”, cuenta Eugenio Marotta, portavoz local de los Testigos de Jehová.

Durante los horarios en que se realizan las actividades, se comparte material audiovisual, cantos y discursos. Particularmente el día sábado el bautismo es la ocasión a resaltar. Las familias participan con gran respeto y atención y pueden levantarse sin inconvenientes, en caso de que lo necesiten.

 “Esta es una de las fiestas más importante a las que vamos, y por eso la esperamos con tanto anhelo. Es un momento de encuentro, de alegría. Y las familias hacen un gran esfuerzo para llegar hasta aquí”, afirma Marotta.

Hay familias que se alojan en los alrededores, otras alquilan casas en Arroyo Seco, otras van a hoteles y otras son alojadas por familiares y amigos en las cercanías.

“La Argentina está dividida en regiones, circuitos, congregaciones. Ahora tenemos, por ejemplo, parte de algún circuito de Córdoba, Norte de Santa Fe, Norte de Buenos Aires y Sur de Santa Fe. A veces pasan años sin que nos veamos y nos encontramos en estas convenciones”.

“Entonces, además de fortalecer nuestra Fe con lo que escuchamos, encontrarnos con un buen amigo después de un tiempo es también algo muy bonito. Nuestra intención es que la gente conozca que tenemos las mejores intenciones y que lo que queremos transmitir es justamente lo que refleja el lema de la Asamblea: Buenas noticias”.

Seguridad y trabajo voluntario

 “Otra de las cosas en las que nosotros hacemos mucho hincapié es tratar de generar un ambiente de paz y sosiego. Garantizar la seguridad de miles de personas no es una tarea sencilla. Por eso se nos capacita y educa mediante la Biblia para que todos, sin importar la edad u otros factores colaboremos y tomemos la iniciativa en cuidar y mantener un ambiente cordial”, dice Marotta.

“El cuidado de los asistentes se atiende por medio de un grupo de personas que han sido capacitadas previamente para atender la seguridad de la contingencia. Para lo cual trabajan en comunicación con las autoridades locales y policiales. De la misma manera, en el manejo de situaciones inesperadas o de algún siniestro, se activa un plan de evacuación seguro”.

“Otro aspecto a destacar de este tipo de encuentros, es el valor de imitar las enseñanzas de Jesús. Tal como se lo describe en la Biblia, como una persona servicial, de igual modo procuramos estar en los detalles para que nuestros invitados se sientan a gusto. Por eso muchos voluntarios colaboran para mantener la limpieza y el orden”.

La organización

Basados en el trabajo voluntario, el comité organizador se elige anualmente y se divide en programa, coordinación y alojamiento y tiene distintos departamentos a cargo. Dentro de las asambleas de circuito, ven personas capacitadas para hacer los trabajos y se los invita a sumarse a la convención regional.

El que se ofrece como voluntario, se esfuerza por ser una persona amable, ejemplar y probada en cuanto a esto.

“Cada uno de los voluntarios, lleva meses trabajando y sacando tiempo de sus tareas seglares. Eso es lo que se supervalora. Es hasta emocionante ver el nivel de compromiso que hay sin esperar un rédito a cambio”.

Y se ven los buenos resultados. Lucas Delgado, uno de los asistentes al programa cuenta: “En mi trabajo, por ejemplo, estoy todo el día afectado a la atención al público. Y todo lo que aprendo acá, no tenés idea de cómo me sirve. Porque uno es amable, es cordial, está siempre dispuesto, sin esperar que otro te lo pida. Uno lo traslada también al plano cotidiano. Es una forma de vida”.

“Gestionar eso constantemente te permite mantenerte humilde y no olvidarte que el ejemplo que seguimos es el de Cristo. Si él lavó los pies de sus apóstoles en ese tiempo y mostró ese espíritu servicial, a eso apuntamos.  A servir y no a que nos sirva”.

El impacto en la sociedad

Estas asambleas que se realizan simultáneamente en diferentes lugares del país, generan un gran movimiento de gente y contagian entusiasmo y respeto no solo en quienes participan de ellas, sino también en las comunidades que las acogen.

 “El impacto en nosotros es renovar fuerzas de seguir con esta forma de vida. Acá hablamos los tres días acerca de Jesús, de María, de José y otros personajes bíblicos.  Y de cada uno de ellos extraemos partes prácticas que uno se lleva para aplicar. Por ejemplo, ser trabajadores, mantener la dignidad, no especular con trabajar menos, colaborar con la sociedad, ser proactivos”.

“Porque se puede convivir durante tres días en una paz total, dejando de lado las diferencias y centrándonos en las cosas que nos unen como humanos. Queremos ser felices, queremos buenas noticias, queremos que Dios nos ayude y queremos que nuestras familias estén también felices. Entonces el impacto mayor, creo que es ese”.

“Esperamos que el programa educativo de estos tres días ayude a los asistentes a estar más conscientes de cuánto se puede influir de manera positiva en la familia y la comunidad con una actitud pacificadora y cordial. Aunque las malas noticias abundan, también las buenas noticias nos hacen más optimistas. Y eso se contagia”, aseguran.