por Cora Verón
Los habitantes del lugar comienzan señalando que ya el ingreso al barrio es dificultoso por los lomos de burros que no están señalizados haciendo que las personas que entran sin conocer, pongan en riesgo los vehículos, a esto se le suma la falta de señalización de varias calles y los baches como consecuencia de la falta de mantenimiento de las calles de ripio.
Además, de acuerdo a lo manifestado por ellos mismos, la recolección de residuos por la poda y escamonda es muy irregular y esto produce mini basurales en distintos sectores, llegando a haber hasta 4 en una cuadra. Los vecinos han llamado en varias oportunidades a la municipalidad para hacer el reclamo pero, transcurrido bastante tiempo, siguen sin respuesta.
Según la experiencia de los vecinos, esta situación se va a agravar ya que en esta temporada el barrio comienza a tener más habitantes y en varias oportunidades sufrieron el tener que vivir con un solo contenedor de basura en todo el barrio haciendo que rebalse, que comiencen a tirar la basura alrededor y en distintos puntos del barrio, generando mini basurales con el consabido riesgo que ello genera, además de las moscas y el olor propio de este tipo de situaciones.