Bajo el lema de este año, "Unidos para poner fin a las desigualdades y el estigma", se busca destacar que el acceso desigual a servicios de salud, la desinformación y los prejuicios siguen siendo barreras críticas en la lucha contra el VIH/Sida.
Según datos de ONUSIDA, más de 38 millones de personas viven actualmente con VIH. Aunque los tratamientos antirretrovirales han permitido que muchas de ellas lleven vidas largas y saludables, las nuevas infecciones persisten, especialmente en regiones con recursos limitados o acceso desigual a los servicios de salud.
En América Latina, se estima que más de 2 millones de personas viven con VIH. Sin embargo, todavía un porcentaje significativo no sabe que tiene el virus, lo que subraya la importancia de ampliar las estrategias de diagnóstico temprano y educación sexual integral.
El estigma asociado con el VIH sigue siendo un desafío importante. Muchas personas enfrentan discriminación en sus comunidades, lugares de trabajo o entornos familiares, lo que dificulta que busquen tratamiento o apoyo.
Sin embargo, hay razones para el optimismo. Los avances científicos han logrado una reducción significativa de las tasas de transmisión.
En este Día Mundial del Sida, los expertos y activistas recuerdan que el VIH no discrimina, y la lucha contra esta pandemia requiere la colaboración de gobiernos, organizaciones y comunidades. En los actos conmemorativos alrededor del mundo, se alza una voz unificada para exigir:
*Mayor inversión en investigación médica.
*Programas de prevención accesibles.
*Un compromiso firme para erradicar el estigma social.
Además, este día es una oportunidad para recordar a quienes han perdido la vida a causa del Sida y reafirmar la importancia de tratar a las personas con VIH con dignidad y respeto.
La clave está en la educación y la solidaridad
El VIH/Sida es una problemática de salud pública, pero también de derechos humanos. El acceso universal a información y tratamientos, sumado al apoyo comunitario, puede marcar la diferencia en esta lucha.