por Cora Verón
En medio de un proceso de renovación, la Agencia local del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, más conocida como INTA Arroyo Seco, atraviesa importantes cambios estructurales con el retiro voluntario de dos empleados clave y la incorporación de una joven profesional.
El programa de retiro voluntario, implementado hace dos meses, fue aceptado por Miriam Marnacci, quien se desempeñaba como secretaria con 27 años de experiencia, y Ariel Loto, un técnico de campo incorporado en 2020, “ambas bajas representan una pérdida significativa, no solo por la carga administrativa y de campo que asumían, sino por el impacto humano que su salida deja en la dinámica laboral –expresó Prieto-. Enfrentamos un proceso burocrático complejo que ahora requerirá una reorganización. Nos apoyaremos parcialmente en la administración de la agencia Máximo Paz, pero será un desafío cubrir todas las áreas afectadas”. Además, el profesional destacó la labor “impecable y la transparencia” del sistema operativo del INTA.
Por otro lado, la llegada de la Ingeniera Ana Paz Carosillo, en calidad de becaria de extensión, abre una puerta a la formación y la continuidad. "La idea es formar a alguien que pueda asumir el legado y continuar con el enfoque en legumbres en los próximos años", y una vez que el actual titular de la agencia local deba jubilarse, “tenemos la tarea de formarla porque es una beca profesional de extensión la que se presentó, es de Rosario y tenemos un cúmulo de tareas.
Ahí las estuve listando en el pizarrón para ponerla en foco de lo que estamos haciendo y lo que podemos llegar a hacer, como procesar muestras y generar la información del ensayo de arvejas que hicimos, etc. Así que tenemos una baja pero también un alta que nos llena de ilusión porque en definitiva va a ser la posta que dejemos dos o tres años. La idea es dejar a alguien formado para que siga con el tema de legumbres”.
Relevancia nacional e internacional
Las actividades diarias del INTA son variadas y bastantes ya que la agencia mantiene su compromiso con proyectos de gran alcance; actualmente coordina una red nacional de ensayos de cultivares de arvejas, que abarca desde la provincia de Santa Fe hasta Santa Cruz. Estos ensayos generan información clave para mejorar la calidad de las legumbres argentinas, con miras a competir en mercados internacionales como el de Canadá e India.
“Trabajamos para devolver al sector lo que hacemos en el INTA, en generar información útil que mejore la producción y la exportación. Un incremento en la calidad puede cerrar brechas de precio significativas, impactando positivamente en la economía nacional”, explicó Prieto, por ejemplo “generando información para que el sector privado produzca mejor, y en todas las instancias que nos permiten, que hagan un cambio de variedades, que paguen las regalías por el uso de nuevas variedades, pero ese pago de regalías, ese mayor costo inicial, es una inversión, porque eso va a redundar en que la calidad que se exporte sea mejor. Hoy las arvejas argentinas valen 50, 70 dólares menos que las canadienses por la calidad, por las variedades, entonces, exportemos una calidad equiparable a la canadiense, que este año la vamos a tener en gran medida, y eso va a redundar en un beneficio a toda la cadena, y por ende al país. 50 dólares por tonelada, imaginate que se exportan cerca de 130.000, 140.000 toneladas, es un montón de plata. Y ese es el impacto en el cual nos enorgullecemos de hacer nuestro aporte, porque sabemos, interactuamos con empresas exportadoras, porque vemos las necesidades. Por ejemplo, ahora va a haber una reunión con una delegación de India”.
Prieto explica la situación de India: “Es un país de 1.300 millones de habitantes que depende de la producción de legumbres para su alimentación, porque es un país que tiene un sector donde están los más grandes en la proteína vegetal, en la proteína más barata que ellos tienen, y cuando a ellos les fracasa la cosecha el Estado tiene que salir a comprar al exterior y tienen un proveedor natural que es Canadá. Pero también quieren aprovisionarse en Argentina y estamos participando en esas conversaciones para incluso traer variedades que a ellos les interesan y especies que acá no se siembran, es un mercado chiquito, pero a ellos les puede interesar o les interesa que les produzcamos porque quieren un proveedor alternativo; tenemos una reunión ya prevista con la delegación India para el 11 de diciembre, una reunión virtual, pero en la que vamos a participar y a mostrarles esto”.
Perspectivas futuras
A pesar de los desafíos internos y los cambios políticos a nivel nacional, el INTA Arroyo Seco mantiene su enfoque en la transferencia de tecnología y capacitación. En los últimos 5 años, la unidad ha llevado a cabo cerca de 70 charlas y talleres, alcanzando a más de 7.000 personas.
“Somos una institución con credibilidad en un contexto complejo. Seguiremos trabajando para garantizar que nuestros proyectos impacten positivamente, tanto a nivel local como internacional”, concluyó Prieto.
Mientras se avecinan nuevas auditorías y reuniones estratégicas con países como India, la Agencia INTA Arroyo Seco continúa demostrando que, desde una ciudad pequeña, puede aportar significativamente al desarrollo agrícola del país.