La forma correcta de podar la Lavanda para tener flores eternas

La Lavanda es una de las plantas más bonitas y típicas del verano. Muchos la suman a su jardín por su exquisito perfume y también porque son especiales a la hora de calmar la ansiedad, ya que una infusión de ellas o su mismo perfume tienen esas propiedades.

El tema es que aunque muchos las quieren en casa, no todos saben cómo es la mejor forma de cuidarlas. Estas especies requieren de ciertas atenciones especiales, más que nada en esta época del año, para que se propaguen y queden perfectas en el otoño. De hecho, la poda es fundamental.

Trucos para que tu Lavanda dure más.

Lo peor que podés hacer es dejar que tu Lavanda se vuelva leñosa. En el caso de que no hagas esta poda, tu planta se va a ver fea a los pocos años de que la hayas plantado. Los frutos no van a ser abundantes como antes y lo primero que vas a pensar es en quitarla y plantar una nueva.

Método que no falla.

Pero la realidad es que tenés que entender que, generalmente, en los pequeños troncos leñosos de estos ejemplares, como sucede en otros de su misma especie, una vez que florecen, ya no vuelven a aparecer más frutos. Por eso mismo, deberías quitarlos para brindarle más fuerza a la planta.

Para podar la Lavanda, lo que tenés que hacer es cortar 5 centímetros por encima de la parte marrón. Aunque seguramente te dé un poco de miedo, ya que parece como si estuvieras arrancando la planta, tenés que saber que es lo mejor para ella y que podés hacerlo al final del verano.

Hacelo sin miedo.

De esta manera, la planta se va a preparar mucho mejor para enfrentar el otoño y luego el invierno, y va a seguir creciendo con fuerza, sin tener que gastar energía en aquellos troncos leñosos que ya se están muriendo y que no volverán a crecer. Por eso mismo, no tengas miedo.