05/02/2025 - Edición Nº341


Regionales

Los productores pagaron más por la renta de la tierra que por las retenciones

22/01/2025 18:05 | Mientras los gobernadores de la Región Centro piden la eliminación de retenciones, datos oficiales revelan que el 70% de las tierras cultivadas se explotan bajo alquiler. La renta de la tierra superó los ingresos del Estado por exportaciones agrícolas en 2023.



En un contexto de crisis para el sector agropecuario, los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; Córdoba, Martín Llaryora; y Entre Ríos, Rogelio Frigerio, se reunieron en Rosario para exigirle al gobierno nacional una reducción o eliminación de las retenciones al campo. Según advirtieron, el sector enfrenta un "combo dañino" que combina costos en alza, precios internacionales a la baja, complicaciones climáticas y una fuerte presión impositiva.

“El próximo impuesto a reducir debe ser el de las malditas retenciones”, afirmó Pullaro durante el encuentro. Sin embargo, los datos oficiales revelan una realidad compleja y desigual dentro del sector. En la campaña 2023/2024, los productores destinaron más dinero al alquiler de las tierras que cultivaron que al pago de retenciones por exportaciones, lo que evidencia la alta incidencia de los componentes rentísticos en la estructura agrícola.

Según un informe de la Secretaría de Bioenergía, el 70% de las 34,3 millones de hectáreas cultivadas en el país fueron trabajadas bajo arrendamiento, lo que implicó un gasto estimado de 10 quintales de soja por hectárea, equivalente a 7.200 millones de dólares. En contraste, los ingresos del Estado por Derechos de Exportación (Dex) fueron de 5.350 millones de dólares.

La disparidad en los números no solo destaca la preponderancia de la renta de la tierra en el sector, sino también las diferencias entre quienes trabajan la tierra directamente y aquellos que se benefician del negocio del alquiler. Solo el 30% de la superficie cultivada pertenece a propietarios que trabajan directamente sus tierras, mientras que el resto es explotado bajo arrendamiento, una práctica más frecuente en las grandes extensiones.

De acuerdo con el Sistema de Información Simplificado Agrícola (Sisa), quienes cultivan hasta 50 hectáreas representan apenas el 5% de la superficie total, mientras que los grandes productores, que siembran más de 3.000 hectáreas, abarcan el 18% de la tierra cultivada. Este último grupo alquila la mayor parte de las tierras que trabaja.

La presión para eliminar las retenciones se suma a una realidad compleja. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario indicó que el monto tributado por el agro en 2023 representó poco más de la mitad de lo aportado en 2022, cuando alcanzó los 9.101 millones de dólares. Según el ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe, Gustavo Puccini, más del 50% de las retenciones de 2023, unos 2.900 millones de dólares, provinieron de productores santafesinos.

Mientras tanto, referentes del agro como Pedro Peretti del Movimiento Arraigo proponen una mirada diferente: que las retenciones sean móviles y segmentadas, para que reflejen las diferencias en escala y tenencia de la tierra. “El campo no es un sector homogéneo, y eliminará las retenciones beneficiadas principalmente a los grandes rentistas, aumentando su rentabilidad en un 33%”, explicó Peretti.

El debate en torno a las retenciones no solo tiene implicancias económicas, sino también sociales y políticas. Los gobernadores de la Región Centro buscan alivianar la carga impositiva del sector, mientras que otros sectores reclaman una redistribución más equitativa que contempla las diferencias entre pequeños productores y grandes explotadores. La discusión sigue abierta, mientras el campo continúa siendo un motor clave de la economía nacional.