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La Defensoría del Pueblo de la Nación le recomendó a la Municipalidad de Santa Fe que, en conjunto con la Secretaría de Integración Socio Urbana de la Nación y el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe, evalúen localizaciones alternativas para llevar adelante el proyecto “Construcción de Centro Verde”, cumpliendo con los procedimientos de Estudio de Impacto Ambiental (EIA) establecidos en las normas vigentes.
Asimismo le recomendó al Municipio que, en conjunto con la citada Secretaría nacional, analicen destinar la obra iniciada en el Barrio Cabal a un proyecto de integración socio urbana que mejore las condiciones de vida de sus habitantes, en especial de los niños y adolescentes, asignando las instalaciones construidas a la práctica deportiva, recreativas u otros usos semejantes y pidió que, de manera inmediata y hasta tanto se dé cumplimiento a lo recomendado, haga cesar las actividades constructivas o de cualquier índole y no efectuar erogaciones de dinero a favor de la ejecutora del proyecto en cuestión, hasta que cuente el mismo cuente con la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental y Certificado de Aptitud Ambiental, conforme la normativa vigente.
La actuación se generó porque vecinos autoconvocados del Barrio Cabal, de la ciudad de Santa Fe, y del Merendero “Nenitos de Cabal” solicitaron la intervención de la Defensoría nacional al ver potencialmente afectados sus derechos a la salud, a un ambiente sano y a la recreación y esparcimiento de los niños, así como a la información y participación ciudadana en cuestiones ambientales.
En su presentación indicaron que en agosto de 2023 el predio ubicado entre las calles Lehmann, Castelli, Hernandarias y Gobernador Menchaca fue cercado y se le colocó un cartel que expresaba que el mismo sería destinado a la construcción de una planta de reciclaje de residuos sólidos urbanos, lo cual generó la preocupación por el espacio verde afectado y, adicionalmente, por los impactos que podría tener la mencionada actividad en el medio ambiente.
El terreno, que era originalmente una cava donde se acumulaban residuos de manera informal, había sido recuperado en 2018 por un grupo de vecinos, quienes realizaron el desmalezamiento, emparejamiento y limpieza del terreno, y construyeron juegos, una cancha de futbol y espacios para la comunidad, preservando árboles y plantando nuevos ejemplares, con el objetivo de contar con un espacio verde para el esparcimiento y la práctica de deportes de los niños, mejorando además las condiciones de salubridad del barrio debido al control de las poblaciones de roedores e insectos.
El proyecto en el que se enmarca la obra en cuestión se identifica como “Construcción de Centro Verde con reciclado, SUM y comedor con taller, red peatonal, plaza y espacios verdes” cuya unidad ejecutora es la Cooperativa Construir Trabajo Limitada (CTL). La obra fue iniciada en 2023, se encontraba paralizada desde fines de mayo de 2024 y recibió un nuevo desembolso de dinero en septiembre de 2024, motivo por el cual actualmente se encuentra en ejecución.
Su objetivo es la formalización de la actividad de los recuperadores de residuos reciclables, y prevé la construcción de un galpón y demás instalaciones para la separación y tratamiento de materiales reciclables, y una plaza infantil en una esquina del predio.
Sin embargo, los vecinos no conocían los detalles de la obra, si se trata de materiales provenientes de una recolección domiciliaria diferenciada o recopilados en puntos específicos de la ciudad, limpios y secos, o si serán separados de los demás residuos domiciliarios a posteriori y por tanto se encontrarán contaminados con otros tipos de desechos; asimismo, cuáles son los barrios de origen de los mismos, el volumen previsto, el tipo de tratamientos a realizar en el lugar, cantidad de trabajadores involucrados, etc.
Al momento de la presentación del reclamo manifestaron que no habían tenido acceso a los expedientes administrativos vinculados al proyecto en los distintos organismos intervinientes, a pesar de haberlo solicitado a través de diversas notas y haber mantenido reuniones con funcionarios, y desconocían si se había realizado la correspondiente Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).
Por otro lado, debe destacarse que el proyecto conformaría un mejoramiento parcial para las condiciones de trabajo de un sector vulnerado en sus derechos.
La actividad de recolección, separación y adecuación de materiales reciclables es un aporte a la sociedad valioso desde el punto de vista ecológico ya que permite la reducción significativa de los residuos que se entierran y, con ello, la contaminación del ambiente. A pesar de ello, ha sido hasta el momento realizada en condiciones de extrema precariedad.
En efecto, se desarrolla como una estrategia de subsistencia más que bajo la forma de un trabajo digno. Solo puede considerarse como tal si cuenta con las protecciones, derechos y garantías que aplican a cualquier trabajador, y debe estar acompañada de estrategias de separación en origen de los residuos que protejan a los trabajadores de manipular materiales peligrosos o contaminados con desechos químicos y biológicos que pueden resultar tóxicos o infecciosos.
Por ello, resulta importante aclarar que los cuestionamientos aquí señalados no objetan el proyecto en sí, sino las condiciones de su aprobación y la localización elegida.