
por Cora Verón
Como miembro de la iglesia La Casa de Dios dentro de la cual funciona la Asociación de Mujeres Cristianas Evangélicas Interdenominacionales (AMCEI), Velásquez logró firmar un acuerdo con la Agencia de Consumos Problemáticos para poder brindar apoyo y ayuda a quienes estén sufriendo algún tipo de adicción. El organismo provincial está a cargo de Luciano Sierra, compañero de trabajo de Coty y compañero dentro del Partido UNO, que a su vez es dirigido por el diputado y Pastor Walter Ghione. “El año pasado hicimos un operativo verano en el que íbamos a todos los eventos multitudinarios a llevar folletería sobre las adicciones y es con lo que vengo trabajando desde hace un año. Después surgió la idea, o un proyecto, de poder traer un trabajo de adicciones en Arroyo Seco. Entonces la institución AMCEI acaba de firmar un convenio para poder abrir una comunidad terapéutica en la ciudad”.
Una Comunidad terapéutica está destinada a personas con problemas de consumo problemático, como la adicción a drogas y otras sustancias, en la que “primero son recibidos por una psicóloga, quien les hace un estudio y según el grado de consumo los derivan a otros lugares, o se pueden quedar”, explica Coty, “hay un circuito que se llama APRECOD donde se les hace otra intervención y se los deriva, nosotros seríamos un núcleo donde la agencia derive personas con problemas de consumo”.
La idea de proyecto es contar con una oficina de primera escucha, ya que para conseguir la habilitación “fue muy complicado conseguir un lugar y todavía me tienen que confirmar, tiene que ser amplio y con 5 o 6 habitaciones. Ya lo tenemos en vista pero me lo tienen que confirmar”, detalla. “Una vez que me dan el ok, primero vamos a abrir una primera escucha donde la persona o los familiares pueden acercarse y van a tener una charla, vamos a dar capacitaciones, les vamos a brindar herramientas para esa circunstancia. Vamos a comenzar con eso y cuando habilitemos el lugar, vamos a hacer una internación ambulatoria con talleres todo el día, capacitaciones, trabajo con psicólogos y psiquiatras”.
Coty espera que el lugar albergue no solo a los adictos sino también a familiares que “son, creo, uno de los más perjudicados, los más allegados –y aclara- los que todavía tienen familiares, porque la gran mayoría lamentablemente caen a una clínica de ayuda cuando ya lo perdieron todo”. Por esto, el trabajo que pretenden hacer “no es solamente la asistencia a la persona, ni tampoco a la familia, sino el día después. Porque la gran mayoría, después de la recuperación, son muchos chicos que cayeron internados porque perdieron a la familia, la esposa, el hijo, los padres, perdieron el trabajo, los amigos, los vecinos ya ni los quieren, entonces, cuando ellos tratan de reinsertarse en la sociedad, tienen el bloqueo por cómo fue su vida antes, el estigma. Entonces, por ejemplo, los seis meses que llevó un tratamiento fue algo inútil porque después no tienen lugar donde dormir, entonces nuestro mayor trabajo, no solamente va a ser en los primeros tiempos, sino el día después que es mucho y tan importante como los seis meses de tratamiento. O sea, tener una contención”.
Por otro lado, Velázquez señala a la contención de la Iglesia como “un lugar muy importante para todo este estilo de trabajo porque no son contenidos porque lo destruyeron todo, ahora nadie les cree; conozco chicos que se internaron seis veces y los familiares dijeron, ‘listo, que haga lo que quiera’. O sea, no les creen, y la parte espiritual es muy importante en estos casos”
Según Coty, muchas veces la sociedad estigmatiza a quienes consumen drogas sin conocer su historia. "No se trata solo del consumo, sino de lo que llevó a la persona a esa situación: violencia, abusos, problemas familiares. Por eso, además del tratamiento terapéutico, es clave la parte espiritual para sanar desde adentro”.
El Estado, según señaló, ofrece herramientas como la línea gratuita de APRECOD, disponible las 24 horas. Sin embargo, subrayó que la recuperación dependerá en gran medida de la decisión personal del paciente. "Podés estar en el mejor centro, pero si no decidís dejar de consumir, no hay tratamiento que funcione", afirmó, citando el caso de Sebastián Mascherano, ex adicto y actual director de dos centros de rehabilitación en Rosario y San Lorenzo.
Actualmente, el equipo está en la búsqueda de un espacio adecuado para iniciar las actividades, "en cuanto tengamos el lugar confirmado, comenzaremos con la primera escucha mientras adaptamos el centro a las exigencias provinciales y municipales", concluyó.