
El frente del vivero municipal, situado en la esquina de Humberto Primo y Alvarado, desde hace unos días cuenta con dos nuevos contenedores celestes diseñados especialmente para facilitar el reciclaje de la comunidad. Se trata de “campanas” que permiten depositar materiales reutilizables en cualquier momento de la semana, sin necesidad de esperar los días programados de ecocanje.
La iniciativa forma parte del trabajo que realiza el área a cargo la ingeniera ambiental Ximena del Cerro, junto a un equipo de jóvenes que reciben y clasifican residuos como plástico, cartón, vidrio, latas, aceite usado y pilas a diario.
Los nuevos contenedores están pintados e identificados con carteles y fueron diseñados teniendo en cuenta las necesidades del equipo de trabajo, ya que cuentan con candado y una estructura segura para que los residuos puedan almacenarse en condiciones óptimas.
Cita quincenal con la ecología
Cada viernes, el vivero recibe a vecinos y vecinas que participan del ecocanje, una propuesta que alterna su sede entre la Plaza 9 de Julio y el propio vivero municipal. Quienes se acercan con materiales reciclables reciben a cambio plantines producidos en el mismo predio.
“La respuesta de la gente es muy buena. Ya tenemos como una comunidad que participa siempre. Incluso vienen comercios a traernos lo que juntan para evitar tirarlo”, comentaron desde el equipo del vivero.
Producción sustentable y huerta propia
Además de los plantines del ecocanje, el vivero cuenta con una huerta agroecológica desde donde, cuando es la temporada adecuada, entregan parte de la cosecha a quienes se suman a las jornadas. “El viernes pasado, por ejemplo, entregamos atados de acelga en la plaza a quienes participaron”, destacaron.
Esta propuesta ambiental impulsada desde el vivero municipal busca combinar el compromiso con el cuidado del entorno, el trabajo en equipo y la construcción de conciencia comunitaria, generando un circuito sustentable para crecer junto al compromiso vecinal.