
Desde que nació, Bautista desafía las probabilidades. Llegó al mundo con un diagnóstico estremecedor: hidropsia fetal, una condición crítica que generó líquido en todo su cuerpo y una anemia tan severa que apenas tenía un 5% de hematocrito. “Prácticamente nació sin sangre”, recuerda su mamá, María Victoria Venturini, con la serenidad de quien ya atravesó demasiadas tormentas.
A los 10 días de vida, Bauti —como todos lo llaman— sufrió un ACV hemorrágico grado 4, el tipo más grave. Para los médicos, el pronóstico era claro: no habría posibilidades de una vida con calidad. Pero la historia fue otra. Contra todos los vaticinios, Bauti sobrevivió, se recuperó lentamente y, a los dos años y medio, empezó a caminar.
Hoy tiene 10 años y vive entre Alvear. Es un niño alegre, sociable, que va a la escuela común y también a una especial, juega, corre, y dice algunas palabras. Su avance es un milagro cotidiano, pero su familia sigue buscando oportunidades para mejorar aún más su calidad de vida. Y encontraron una.
La esperanza llegó a través del cine. Fue viendo la película “Los dos hemisferios de Lucca”, donde una madre relata el tratamiento innovador que su hijo realiza en India, que María Victoria descubrió el cytotron: una tecnología experimental que aplica ondas electromagnéticas para regenerar tejidos cerebrales y crear nuevas conexiones neuronales. La terapia, que no está disponible en Argentina, se realiza actualmente en Monterrey, México, a través de la clínica Neurocytonic.
“Cuando vi la película sentí que eso era lo que estábamos buscando. Por primera vez encontré un tratamiento que podía mejorar realmente la vida de Bauti”, cuenta su mamá. Lo hablaron con el papá, se informaron, hicieron una consulta médica y finalmente recibieron la confirmación de que Bautista había sido aceptado en el protocolo de investigación.
El tratamiento cuesta 35.000 dólares, sin incluir pasajes ni estadía. Se realiza durante 28 días consecutivos, con una sesión diaria de una hora. Bauti debe permanecer con un adulto al menos 32 días en México. La familia ya tiene fecha: viajan el 8 de octubre. El tiempo corre, y con él también la urgencia por juntar los fondos.
Por eso, lanzaron una campaña solidaria en redes sociales, bajo el lema #TodosPorBauti, que ya moviliza a vecinos, instituciones, familiares, emprendedores, artistas y personas anónimas de distintos puntos del país. Una de las principales actividades es el gran bingo solidario que se realizará el viernes 15 de agosto a las 15 horas, en el Club Defensores de Peñarol (Ovidio Lagos al 6400, Rosario).
El cartón cuesta 5.000 pesos y ofrece importantes premios:
1.000.000 de pesos por el cartón lleno
500.000 pesos por la línea
300.000 pesos por el terno
Habrá servicio de buffet, música en vivo, sorteos y muchas sorpresas. Todo lo recaudado será destinado al tratamiento y la estadía en México.
Pero eso no es todo. La familia también sostiene desde hace semanas una campaña paralela llamada “3.000 mates por Bauti”, donde venden mates, tazas y productos donados por emprendedores. Cada fin de semana instalan su stand en Oroño y el río, en Rosario, y también participan en eventos, ferias y actividades en Villa Constitución, Alvear y otras localidades. Además, el alias oficial para transferencias es 3000matesporBauti (a nombre de María Victoria Venturini), y el perfil de Instagram donde se puede seguir la campaña es @todos.xbauti.
“La gente es muy solidaria. A veces nos desanimamos un poco, como el fin de semana pasado que llovió y no pudimos vender nada, pero enseguida vuelve el impulso. Sabemos que vamos a llegar porque no estamos solos”, dice María Victoria.
Hoy todavía necesitan reunir alrededor de 20 millones de pesos. Cada aporte cuenta. “Hay otras mamás que ya viajaron con sus hijos y lo lograron. Eso nos da esperanza. En el grupo de WhatsApp somos 40 familias de todo el país que estamos en la misma”, explica.
Mientras tanto, Bauti sigue con su rutina diaria. No alcanza a dimensionar todo lo que sucede a su alrededor, pero percibe el movimiento y el cariño. “Está ansioso, contento. Él es así: un nene feliz, que sonríe todo el tiempo. Y esa alegría es la que nos sostiene a todos”.
El 15 de agosto habrá premios, sorteos y música. Pero sobre todo, habrá un motivo mucho más grande: el sueño de que un chico con una historia de lucha pueda seguir creciendo. Porque cuando el objetivo es la vida, cada cartón cuenta.