
Manuel Garcia Ferré nació en Almería, España, el 8 de octubre de 1929. A los 17 años, llegó a la Argentina junto a su familia. Un año después empezó su carrera profesional en agencias de publicidad, mientras estudiaba en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires. En 1952, apareció su primer personaje llamado Pi-Pío en la revista Billiken. Se trataba de un pequeño pollo linyera que se transforma en sheriff en un pueblo del Lejano Oeste, llamado Villa Leoncia.
Las aventuras de Pi-Pío logró una exitosa aceptación por parte de los lectores, y la historia continuó su desarrollo hasta comienzos de la década de los años sesenta. En esta tira tuvieron su primera aparición los personajes de Hijitus y Calculín, los cuales se consagrarían un tiempo después. A partir de 1964 editó la revista Anteojito que permaneció hasta 2002: se publicaron 1925 números de manera ininterrumpida. También en 1967 se estrenó en televisión la serie de dibujos animados Hijitus, que se transmitió por Canal 13 con varias repeticiones posteriores. Fue la primera serie televisiva de dibujos animados de la Argentina y la más exitosa de América Latina, en toda su historia.
Este sería solo el comienzo de su carrera audiovisual, que seguiría con películas inolvidables como Trapito; Mil intentos y un invento; Ico: el caballito valiente; Manuelita; Corazón: las alegrías de Pantriste, y Soledad y Larguirucho. Además, creó una enciclopedia para niños y jóvenes, El Libro Gordo de Petete, cuyo protagonista fue representado en televisión por un muñeco de peluche, acompañado por la modelo y actriz Gachi Ferrari. El programa duraba unos pocos minutos y se transmitió entre 1970 y 1980 en Argentina, Uruguay, Perú, Bolivia, Brasil, Chile, Venezuela, Colombia, Ecuador, México, Puerto Rico y España. En 2000 Telefé volvió a ponerlo al aire con la participación de la modelo Guillermina Valdés.
Entre las distinciones recibidas a lo largo de su trayectoria, García Ferré ganó el Premio Martín Fierro, el Primer Premio en el Festival de Cine de Moscú en dos oportunidades, el Primer Premio en el Festival de Gijón (España), entre otros. En 2012, su personaje Larguirucho se sumó al Paseo de la Historieta de San Telmo, junto a otros personajes entrañables como Mafalda e Isidoro Cañones. Dos años más tarde, lo hizo Súper Hijitus.
Los personajes de Larguirucho y Súper Hijitus, en el Paseo de la Historieta en el barrio porteño de San Telmo. Foto: SmartGuide.
Por más de 40 años, el estudio del décimo piso del edificio Apolo, a pocas cuadras del Obelisco de Buenos Aires, fue testigo de las creaciones del historietista, que en 2009 fue declarado Ciudadano Ilustre por Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Manuel García Ferré falleció a los 83 años, el 28 de marzo de 2013 en el Hospital Alemán, donde había sido sometido a una operación de corazón que no logró superar. Dejó su valioso legado de personajes que han alegrado la infancia de varias generaciones de argentinos.
Anteojito, la revista que acompañó generaciones
La popularidad de los personajes Anteojito y su tío Antifaz originó la revista publicada, por primera vez, el 8 de octubre de 1964, que llegó a vender 250.000 ejemplares de la primera edición. A lo largo de 37 años, acompañó la educación y el entretenimiento de millones de niños de la región. La última publicación fue a fines de 2001, promediando dos mil ediciones.
Manuelita: la colaboración de dos grandes en el cine
En 1999, María Elena Walsh y Manuel García Ferré se unieron en un film de dibujos animados sobre la tortuga más famosa del mundo infantil, a raíz de la canción compuesta por María Elena.
Convencido de que Manuelita era un derroche de magia, ternura y fantasía, García Ferré le propuso a María Elena Walsh la realización del largometraje con la tortuga como protagonista. Walsh colaboró en el guion y en la composición de nuevas canciones, creadas especialmente para la película. La exigencia de la creadora fue que Larguirucho formara parte de la película. El film cuenta cómo nació y cómo era el hogar de la tortuga.
"Mientras al chico le des imaginación, le des aventura y le des personajes buenos y malos... El chico en esencia es bueno, es travieso, pícaro, lo que pasa es que los mayores les informamos con otro método. Y creemos que son más inteligentes, porque les damos mucha más información, pero eso no quiere decir que estén maduros. El chico tiene los mismos móviles siempre: la ambición, el querer, el poseer, el coleccionar... Los móviles de aventuras, de imaginación, de deseos, son los mismos."
Manuel García Ferré
10 personajes queridos
El imaginario pueblo de Trulalá albergó a gran parte de las diversas criaturas que nacieron de la mano de Manuel García Ferré. Allí vivían, entre otros, un niño que podía convertirse en superhéroe, un millonario, un comisario, un profesor loco que buscaba el mal y amigos algo torpes.