Luego de la controversia generada por el proyecto de instalación de un centro de rehabilitación en el barrio Mirador del Río, un grupo de vecinos presentó ante el Concejo Municipal una solicitud de ordenanza que busca establecer criterios y condiciones claras para la radicación de efectores de salud en Arroyo Seco.
Según explicaron los impulsores, la iniciativa surgió “ante la falta de información y normativa específica” sobre los procedimientos y requisitos que deben cumplir los establecimientos vinculados a la atención médica, terapéutica o de rehabilitación.
“Lo ocurrido con el centro de rehabilitación despertó preocupación en muchos vecinos. No estamos en contra de los proyectos de salud, pero creemos que deben estar correctamente regulados y ubicados en zonas adecuadas”, expresaron los firmantes del documento.
La propuesta se enmarca en la situación ocurrida semanas atrás con la posible instalación del Centro Perseverar, un espacio de rehabilitación que inicialmente se proyectaba en el barrio.
El proyecto generó un fuerte rechazo vecinal por la falta de información oficial y el temor a que el predio no reuniera las condiciones necesarias para este tipo de actividad.
Finalmente, el intendente Daniel Tonelli confirmó que el centro no se instalará en ese lugar, luego de reunirse con los vecinos y comunicar el rechazo al proyecto.
Una normativa para prevenir conflictos futuros
El texto presentado por los vecinos —titulado “Solicitud de Ordenanza para regular la instalación de efectores de salud en Pueblo Esther”— propone que el Concejo Municipal avance en la elaboración de un marco normativo específico que establezca:
El objetivo —señalan los vecinos— es “evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse y garantizar que cada nuevo emprendimiento se instale con los controles y la transparencia que la comunidad merece”.
Los vecinos destacaron que la presentación “no apunta contra ninguna institución en particular”, sino que busca ordenar una temática sensible y asegurar un “proceso participativo” en las decisiones que involucren al territorio.
“Queremos que haya reglas claras para todos, tanto para quienes impulsan proyectos de salud como para los vecinos que viven en las zonas donde se proyectan. La salud pública es un bien común y debe tratarse con responsabilidad”, concluyeron.