Incorporan nuevos orujos, salvados y harinas comestibles al Código Alimentario

La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación informa que, por medio de las Resoluciones Conjuntas N°14, 15 y 17 firmadas con la ANMAT y publicadas en el Boletín Oficial, se incorporaron al Código Alimentario Argentino las hojas y frutos de aguaribay, las hojas de olivo y de alcaparras, ampliando el listado de ingredientes aptos para uso alimentario.

Estas nuevas inclusiones se suman a las ya autorizadas en los últimos meses: afrecho o salvado de arroz, orujo de manzana seco, torta/bagazo de orujo de uva seco y harina de torta/bagazo de orujo de uva.

Estos nuevos ingredientes son derivados de subproductos agroindustriales y presentan un alto potencial funcional y nutricional, con aportes significativos de fibra dietaria, vitaminas y minerales. Su utilización permite, por ejemplo, desarrollar nuevos productos, diversificar matrices alimentarias, ampliar la innovación en galletitas y panificados, en barras de cereal, pastas, snacks, bebidas e infusiones, entre otros.

Asimismo, en el día de la fecha se incorporó también el aceite de palma virgen (Resolución Conjunta N°13) y se incluyeron nuevos derivados de la nuez pecán (Resolución Conjunta N°16). Esta última actualización responde a una solicitud elevada por la Cámara Argentina de Productores de Pecán (CAPP), que propuso incorporar al Código Alimentario Argentino productos como el aceite, la pasta y la harina de nuez pecán, a fin de acompañar el crecimiento de la producción nacional y potenciar su inserción comercial.

Estas acciones, que también se enmarcan en el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos que lleva adelante la Secretaría de Agricultura, Ganadería Pesca, permiten transformar y aprovechar ingredientes con destino alimentario, evitando su descarte y generan oportunidades para las economías regionales, especialmente para productores y PyMEs que pueden transformar subproductos en insumos de valor para la industria alimentaria.

Con estas medidas, se reafirma el compromiso con un modelo agroalimentario más eficiente e innovador, donde la valorización de insumos y la incorporación de nuevas tecnologías permitan agregar valor, generar empleo y promover el desarrollo federal.