¿Conocés la Casa de la Barranca diseñada por Rafael Iglesia en Arroyo Seco?

La Casa de la Barranca, el proyecto del consagrado arquitecto rosarino Rafael Iglesia  que recibió el segundo premio Mies van der Rohe de Arquitectura latinoamericana de Barcelona  en el año 2000, se encuentra en Arroyo Seco.

El proyecto de la "Casa en la Barranca" en Rosario fue pionero por su innovadora integración con el entorno natural, logrando grandes visuales al río Paraná y las islas mediante grandes ventanales, mientras mantenía la privacidad y predominancia del ladrillo como material, en un lote complejo, y sirviendo como un ejemplo temprano de recuperación y valorización de la costa del río Paraná en una zona que se abría a nuevos usos más allá de lo portuario, un concepto que se alineaba con ambiciones urbanísticas de la ciudad. 

Según detalla la publicación “HISTORIA de la Casa en la Barranca - Taller Arq. BRARDA”

La casa, ubicada en Arroyo Seco se inserta sobre una barranca natural del río Paraná, aprovechando el desnivel para establecer una relación visual, topográfica y climática privilegiada con el paisaje fluvial.

El proyecto se emplaza entre el espesor vegetal del bosque ribereño (al sureste) y la inmensidad abierta del río (al norte), posicionándose estratégicamente en el límite entre ambos mundos.

El terreno se encuentra fuera del tejido urbano compacto, rodeado de vegetación autóctona, zonas de cultivo y caminos rurales. No hay presencia de tramas ortogonales, medianeras ni frentes: la casa no busca alinearse a la ciudad, sino al relieve, el sol y el horizonte.

A fines de los 90, no era común construir viviendas de autor en la ribera de Arroyo Seco. Si bien existían algunas casas de fin de semana o usos recreativos, predominaban soluciones tradicionales.

En este contexto, la Casa de la Barranca representa una intervención inusual y reflexiva, más cercana a una arquitectura de retiro que a un modelo de expansión urbana. La decisión de construir allí responde más a una búsqueda conceptual y personal que a una tendencia inmobiliaria: Iglesia elige un paisaje alejado del ruido, donde el proyecto pudiera dialogar directamente con el entorno natural.

La implantación es respetuosa y silenciosa: no se talan árboles, no se nivela el suelo, y los volúmenes se adaptan al desnivel de la barranca. La arquitectura se posa como una pieza geológica más, integrándose sin alterar la estructura natural del lugar.

Desde una vista aérea, la casa no se impone ni se destaca artificialmente: aparece como parte del tejido vegetal, con una geometría clara pero contenida, y una escala menor respecto a los elementos dominantes del paisaje (río, barranca, vegetación alta).

En este sentido, la casa no coloniza el sitio, sino que lo acompaña, planteando un nuevo tipo de relación entre la vivienda y el territorio: no como objeto autónomo, sino como espacio de umbral, contemplación y pausa frente a la inmensidad

Rafael Iglesia nació en 1952 en Concordia, Entre Ríos, pero se crió y estudió en Rosario, al punto en que él prefería presentarse como rosarino. Además de la Casa de la Barranca, entre sus galardones más destacados está el primer premio en la IV Bienal Iberoamericana de Lima en 2004 por su obra "Parque de Diversiones" del Parque Independencia.

También el edificio Altamira, de San Luis 470, fue elegido en la muestra austríaca “9x9 Global Housing Projects-Worldwide Housing Models-Concept” como uno de los nueve edificios de vivienda más influyentes del mundo en los últimos treinta años.

El arquitecto Rafael Iglesia, murió en 2015 a los 63 años y  fue uno de los más importantes arquitectos de Rosario y de Argentina, reconocido y celebrado en todo el mundo, primero por su obra pero también debido a su pensamiento irónico y profundo.