10/12/2025 - Edición Nº649


Arroyo Seco

EN LA UNR

Un arroyense investiga patologías que podrían desencadenar en cáncer bucal

08/12/2025 23:48 | Gustavo Merletti y Mariel Guenzelovich lideran la Cátedra de Anatomía y Fisiología Patológica de Odontología que realiza la investigación. El equipo reunió más de 11 mil biopsias para analizar lesiones claves en la detección de trastornos potencialmente malignos.



Un equipo de la Cátedra de Anatomía y Fisiología Patológica de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Rosario lleva adelante una investigación que busca determinar la prevalencia de los denominados “trastornos orales potencialmente malignos”, patologías inflamatorias que, con el tiempo, pueden transformarse en cáncer. Para eso, se analizaron más de 11.500 biopsias realizadas desde 1954 hasta 2023.

El estudio se enmarca en un movimiento creciente en distintas facultades de Odontología del país, orientado a profundizar en el conocimiento de estas lesiones. “A diferencia de lo que tradicionalmente se conocía como lesiones precancerosas, la Organización Mundial de la Salud actualizó la terminología y las definió como trastornos potencialmente malignos, una denominación que reconoce que no todas evolucionan hacia el cáncer, pero sí presentan esa posibilidad”, explicó el investigador Gustavo Merletti.

“Decidimos analizar todas las biopsias de nuestro archivo, desde 1954 hasta 2023, para determinar la frecuencia y características de estas patologías, su relación con la edad, el sexo y las alteraciones epiteliales que puedan indicar una evolución desfavorable”, complementó la Doctora Mariel Guenzelovich.

Tres patologías en foco

Entre las más de once mil muestras, el equipo identificó 728 biopsias correspondientes a tres patologías de especial interés: leucoplasia, líquen plano oral y queilitis actínica. “Se tratan de lesiones inflamatorias de la cavidad bucal que pueden presentar, a nivel microscópico, alteraciones celulares asociadas al desarrollo de tumores malignos”, detalló Guenzelovich.

La leucoplasia suele manifestarse predominantemente como una mancha blanca en la mucosa de la boca; el liquen plano oral, como lesiones blanquecinas y/o rojizas con características variadas; y la queilitis actínica, una inflamación que ocasiona palidez, ulceraciones y pérdida de la elasticidad del labio producida por la exposición prolongada al sol. Esta última fue la de mayor frecuencia y con mayor proporción de alteraciones epiteliales, lo que la convierte en la patología con mayor potencial de cancerización entre las analizadas.

En cuanto a la localización de las lesiones, el análisis de las biopsias mostró que la leucoplasia y el liquen plano oral se presentan con mayor frecuencia en el piso de la boca y en la lengua, aunque suelen manifestarse también en la mucosa yugal, es decir, la parte interna de las mejillas. Por su parte, la queilitis actínica se manifiesta principalmente en el labio inferior. Resulta relevante desde el punto de vista epidemiológico, la localización en piso de boca y lengua ya que estas áreas son altamente vascularizadas y, en caso de presentarse alteraciones malignas, podrían favorecer una propagación más rápida de las células anormales.

“Nos sorprendió la prevalencia de la queilitis actínica. Siempre se le prestó más atención a la cavidad bucal en sí que a los labios, pero forman parte del mismo sistema. Y todos los casos registrados que encontramos fueron en el labio inferior, coincidiendo con lo que señala la bibliografía mundial”, destacó Merletti y agregó: “Esto se da así porque las radiaciones solares tienen mayor impacto en el labio inferior, mientras que el labio superior está menos expuesto”.

La presencia de la queilitis actínica demuestra que los efectos del sol sobre el tejido conjuntivo labial son irreversibles y pueden potenciarse con otros factores de riesgo. ”El tabaquismo, el consumo de alcohol y los traumatismos crónicos, como el uso prolongado de prótesis inadecuadas, son elementos que aumentan la posibilidad de que una lesión se transforme en maligna”, explicó Guenzelovich.

Aún se desconoce el efecto que pueden tener al largo plazo el uso de nuevos consumos, como por ejemplo los de los cigarrillos electrónicos o los popularizados vapers, pues contienen múltiples compuestos químicos que podrían afectar la salud oral. Con el tiempo, estas sustancias podrían influir en la aparición de alteraciones celulares, aunque este efecto solo se podrá evaluar epidemiológicamente en los próximos años.

A estos factores se suman las “modas” del bronceado sin protección adecuada y la falta de campañas de concientización sobre la salud bucal en medios masivos de comunicación. “Se habla mucho de caries o de estética dental, pero casi nada sobre otras enfermedades de la boca. La salud bucal no es solo una sonrisa bonita, es una cuestión de salud integral”, subrayó Merletti.

La detección temprana

Muchas de estas lesiones no generan síntomas y pueden pasar inadvertidas para el paciente. De allí la relevancia del rol del odontólogo en la detección precoz. “A veces son un hallazgo casual en una consulta de rutina. Por eso insistimos en que los profesionales miren más allá de los dientes y examinen toda la cavidad bucal y los labios”, señalaron los investigadores.

Desde la Facultad de Odontología de la UNR se impulsan campañas periódicas de detección de cáncer bucal, que consisten en la toma rápida e indolora de una muestra mediante una técnica similar al Papanicolaou. Se le realiza un raspado suave de la mucosa oral y en una semana se obtiene el resultado. “Es una manera sencilla y efectiva de detectar alteraciones celulares a tiempo”, puntualizó Merletti.

Para futuras investigaciones

Además del valor diagnóstico, la revisión de este archivo histórico abre nuevas líneas de trabajo. El equipo proyecta avanzar en estudios moleculares y bioquímicos sobre las muestras más recientes, ya que muchas de las antiguas, aunque aún observables, no conservan las condiciones necesarias para aplicar las nuevas tecnologías de análisis.

“Esta investigación es una base para seguir profundizando. Nos permite conocer cuáles son las patologías más prevalentes, coincidir con los criterios internacionales y orientar los próximos proyectos. También reafirma el papel de nuestra Cátedra y del Servicio de Laboratorio de Anatomía Patológica como referencia, que brinda atención tanto a otras áreas de la Facultad como a profesionales de la región que lo soliciten”, resaltó Guenzelovich.

“Muchas veces este tipo de trabajos no se lucen, porque se vincula la odontología rápidamente a lo que es atención clínica, y como este trabajo no se realiza frente al paciente, no se conoce. Son muchas horas de estar observando imágenes con un microscopio, cosa que incluso al estudiante al principio le cuesta comprender la importancia. Pero estos estudios permiten determinar si existe una lesión, si determinadas células o tejidos son o no malignos, y así poder actuar sobre esa patología”, explicó Merletti.

Con casi siete décadas de registros, la Facultad de Odontología de la UNR se consolida como un referente en el estudio de las enfermedades bucales y su impacto en la salud pública.

La investigación, además de rescatar un valioso archivo científico, busca generar conciencia sobre la importancia del cuidado bucal más allá de la estética y promover la prevención del cáncer oral, una enfermedad poco visibilizada, pero con gran impacto en la calidad de vida de quienes la padecen.

Fuente: Página12