El ciclo de la basura o la basura cíclica

Con una población de casi 30,000 habitantes, cada uno de  ellos produce 1 kilo de basura domiciliaria cada día, lo que significa unas 33 toneladas cada mes.

En el mes de diciembre venció el convenio que había firmado el anterior intendente Nizar Esper con el MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) que no fue renovado por la administración de Daniel Tonelli.

Esta administración municipal le propuso a las familias de recolectores locales que se organicen como cooperativa y así poder seguir subsistiendo con esta actividad pero se enfrentaron dificultades básicas a la hora de realizar los trámites necesarios para poder circular con sus motos ya que muchas personas no están alfabetizadas y esto es un impedimento fundamental a la hora de rendir los exámenes para tener el carnet correspondiente. Como consecuencia de esto, el municipio puso a disposición el área de educación y cultura para que puedan alfabetizarse y así llevar a cabo su actividad dentro del marco de la ley. Para ello se alquilaría un galpón ubicado en las calles Soldado Baigorria y 1° de Mayo para recepcionar todo el material reciclable e incluso el mismo municipio les acercaría el material recolectado mediante el eco canje y material similar.

Hoy, el municipio volvió a llevar los residuos domiciliarios al GIRSU (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) de Villa Gdor. Gálvez y desde la Secretaría de Medio Ambiente comenzaron a dar educación ambiental en las colonias de vacaciones de los clubes y de la Barra Olímpica, haciendo hincapié en la importancia de la educación ambiental y la responsabilidad del ciudadano como generador de residuos, con la intención de trabajar con los niños desde maternal hasta chicos de 12 años. A partir del mes de abril comenzarán con las mismas actividades en todas las escuelas primarias, secundarias, terciarias y profesorados de la localidad, con la posibilidad de sumar a las escuelas deportivas.

Desde el municipio pretenden abordar la problemática desde la “educación ambiental como base para la vida”, y a partir de allí ir aplicando distintos programas, como por ejemplo, la separación domiciliaria en origen, pero para poder llevar a cabo esto requieren la infraestructura necesaria para recepcionarlos.

Es necesario mencionar y destacar que el traslado de los residuos a GIRSU resulta en un costo económico muy elevado para la administración municipal, que se suma al de la logística, el estado de la flota de los camiones que realizan el traslado y el costo que se genera en horas-hombre diariamente.

En esta etapa de la década en la que el gobierno de turno vuelve a tener a GIRSU como única opción, la basura domiciliaria de Arroyo Seco parece no tener un destino final barato ni mucho menos un destino en el que no afecte al ambiente ni a las personas que viven en él.