
El Gobierno de Santa Fe oficializó una serie de medidas para aliviar el impacto del Impuesto Inmobiliario Rural en los productores agropecuarios, tras las críticas generadas por el aumento del 131,58% aplicado en 2024. Las disposiciones, publicadas en el Boletín Oficial, establecieron descuentos que van del 10% al 40%, dependiendo de la cantidad de hectáreas y su afectación a la actividad agrícola.
En detalle, los titulares de partidas menores a 50 hectáreas accederán a un descuento del 10%, mientras que quienes posean entre 50 y 100 hectáreas disfrutarán de un beneficio del 40%. Por su parte, las propiedades que abarcan entre 100 y 300 hectáreas tendrán un descuento del 30%. Estos beneficios deberán ser solicitados ante la Administración Provincial de Impuestos.
La polémica por el tributo surgió a principios de 2024, cuando dirigentes de la Mesa de Enlace señalaron un creciente descontento en el sector. Sin embargo, Sara Gardiol, presidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), aclaró que, aunque el aumento fue significativo, muchos productores lograron quedar exentos durante 2023 debido a la emergencia agropecuaria.